Las Mansiones y Praeconia se imprimieron por primera vez por separado, en Giovanni Muscat Press de La Valeta (Malta), a finales de los años treinta. Ambos libros fueron escritos para uso privado de los Miembros de la SDC. Eventualmente, ambos libros se publicaron como un solo libro, y puesto a disposición para uso público.
Este es un libro para aquellos que aman orar por medio del Evangelio pero que no tienen mucho tiempo para ello.
Su estilo está marcado por la brevedad y la economía de palabras, dos cualidades que realzan la profundidad de las reflexiones ofrecidas para la meditación.
El método es sencillo y se puede aplicar a otros episodios del Evangelio no incluidos con los setenta y tres meditados aquí por San Jorge Preca.
La idea de Las Mansiones es clásica en la literatura cristiana. El Castillo Interior de Santa
Teresa de Ávila es un ejemplo de esta idea. Recuerda la necesidad de un espacio de tiempo corto para hacer una pausa, reflexionar y orar.
La Praeconia, en forma de letanías, es bastante original. Alaba a nuestro Señor y revela un alma muy inmersa en el estudio bíblico y la meditación. Sin embargo, hay que recitarlas lentamente para poder saborear plenamente su fuerte contenido teológico y bíblico.
Estas reflexiones de San Jorge Preca ayudan a que el orante crezca en la devoción hacia el sagrado corazón de Jesús y también en revestirlo gradualmente con el espíritu de Cristo.
El siguiente es un ejemplo de Las Mansiones y otro de Praeconia:
Mansión 13
Cristo en las bodas de Cana (Jn 2, 1-12)
Veamos, con nuestro pensamiento, a nuestro Señor, a su madre y a sus discípulos, invitados para una boda en Cana.
Como el vino se había acabado, a pedido de su madre, Jesus convierte el agua en vino,
después que él había declarado que a˙n no había llegado su hora.
En esta mansión observa el corazón de Jesus lleno de reverencia a su madre María. (Un breve momento de reflexión)
Oración:
Señor Jesucristo haz que mi corazón sea semejante al tuyo.
Sagrado Corazón de Jesus, ten piedad de nosotros. (3 veces)
Ofrenda:
Oh Dios Padre, te ofrezco el corazón divino de tu Hijo Jesucristo, con todos sus méritos,
para darme la gracia de ser un verdadero devoto de la Virgen María.
Amén.
Bendecimos al Señor. Demos gracias al Señor.
Praeconia A
Fijamos nuestra mirada en Jesucristo y cantémosle gloria.
Jesus, Dios nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, Señor nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, hermano nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, abogado nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, médico nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, maestro nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, salvador nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, amigo nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, mediador nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, sacerdote nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, líder nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, pastor nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, legislador nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, liberador nuestro, a él sea la gloria.
Jesus, rey nuestro, a él sea la gloria.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.
Señor Dios, esta es la vida eterna, que nosotros los seres humanos te conozcamos a ti,
verdadero Dios, y a Jesucristo que t˙enviaste.
Ilumina nuestra mente para que con tu gracia te conozcamos a ti
y al mismo Jesucristo, y así alcanzar la vida eterna.
Amén.