Il-‘Missierna’ (El ‘Padre Nuestro’) es un hermoso escrito y reflexión sobre Dios Padre de San Jorge Preca.
En esta obra, el Fundador nos enseña a llamar a Dios Padre “Señor del cielo y de la tierra”. Además, nos invita a dirigirnos a él cada mañana como «dulce Padre del bienaventurado Jesucristo».
En la introducción, San Jorge explica por qué debemos utilizar este tierno nombre para Dios, afirmando que la inspiración proviene del mismo Jesús, quien nos enseñó la oración del Padre Nuestro. Este cariñoso nombre inspira e infunde confianza, esperanza, amor y dulzura. En consecuencia, no tenemos miedo de acercarnos a Dios y abrazarlo como sus hijos.
San Jorge Preca profundiza en el verdadero significado del Padre Nuestro, aportando enseñanzas prácticas para todo cristiano. A través de este libro, ofrece una exposición sencilla para nuestra meditación del Padrenuestro.
Cuando uno comienza a leer el libro, rápidamente se hace evidente que San Jorge Preca permanece consistentemente fiel al Magisterio de la Iglesia Católica y a la Biblia, de la que se inspiró mucho. Se las arregla para presentar sólidas enseñanzas dogmáticas y espirituales en párrafos concisos y sencillos.
El significado del Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en los cielos.
A ti invocamos, oh Dios santo; A ti recurrimos porque somos tus hijos.
Santificado sea Tu Nombre.
De esta manera, le pedimos a Dios que ayude a todos a reconocerlo y darle gloria con un rechazo sincero del pecado.
Venga tu reino.
De esta manera, pedimos a Dios que nos infunda un verdadero deseo del cielo.
Hágase tu voluntad, tanto en la tierra como en el cielo.
De esta manera pedimos a Dios que nos conceda la gracia de negarnos perfectamente a nosotros mismos.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
De esta manera, le pedimos a Dios que nos proporcione todo lo que necesitamos para nuestra alma y nuestro cuerpo cada día.
Y perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
De esta manera, pedimos a Dios que nos muestre misericordia y que nos ayude a tener la misma misericordia con nuestro prójimo.
Y no nos dejes caer en la tentación.
De esta manera, le pedimos a Dios que no nos deje solos durante las pruebas.
Pero líbranos del mal.
De esta manera, le pedimos a Dios que nos llene de la gracia de temer el pecado y sus consecuencias.
Amén.
De esta manera afirmamos que realmente deseamos todo lo que hemos pedido a Dios y que lo esperamos fuertemente de Él.